Varices en mujeres: prevención, síntomas, causas y tratamiento.

¿Cuántas personas han vuelto alguna vez a casa del trabajo, como dicen, "sin piernas"?

Entre todas las enfermedades del sistema cardiovascular, las venas varicosas a menudo permanecen en las sombras: la gente corriente cree que la dilatación patológica de las venas es ante todo un problema estético y sólo tiene una relación indirecta con la salud humana. Pero esto no es cierto: sin tratamiento, las venas varicosas pueden empeorar significativamente el bienestar del paciente e incluso causar complicaciones mortales.

Cuando las válvulas venosas son insuficientes o cuando se reduce el tono de las venas, la fuerza de gravedad es suficiente para interferir con el flujo sanguíneo normal. En este caso, la sangre se estanca en las venas, lo que provoca que los propios vasos venosos se deformen. Estas venas se llaman venas varicosas.

Las varices son una enfermedad doblemente desagradable que no sólo expresa patología venosa, sino que también se asocia a un problema cosmético. Los hombres rara vez entran en pánico al ver las venas hinchadas y pronunciadas en sus piernas, pero las mujeres están dispuestas a dar cualquier cosa para que sus piernas vuelvan a ser bellas y suaves.

Síntomas de venas varicosas en las piernas.

Las venas varicosas de las extremidades inferiores generalmente se clasifican en etapas, según la gravedad del proceso patológico. Cada etapa tiene síntomas característicos y requiere una estrategia de tratamiento específica.

La primera etapa de las venas varicosas se caracteriza por la presencia de un patrón notable de venas debajo de la piel y la aparición de arañas vasculares únicas. El paciente se queja de una sensación constante o periódica de pesadez en las piernas, hinchazón nocturna de las piernas (pueden quedar marcas de zapatos o calcetines elásticos en el pie y el tobillo), calambres en las piernas por la noche. Es importante que a menudo las sensaciones desagradables aparezcan antes que los primeros signos externos de la enfermedad.

La segunda etapa de las venas varicosas de las piernas se caracteriza por el aspecto típico de las venas: sobresalen significativamente por encima de la piel, asemejándose a cuentas o nódulos. A medida que avanza la enfermedad, los vasos forman hebras tortuosas de color azulado o incluso negro.

La tercera etapa implica que el proceso se complica por trastornos tróficos en los tejidos de las piernas: la piel de las piernas se vuelve seca y pálida, se observa hinchazón y pesadez a diario, aparecen calambres incluso durante el día. Los pacientes suelen quejarse de picazón y sarpullido en esta zona.

En la cuarta etapa de las venas varicosas, comienza la inflamación de las venas y la piel. Puede aparecer una úlcera trófica que no cicatriza en la zona donde se acumulan las venas dilatadas. Una enfermedad avanzada conlleva la adición de una infección secundaria y tromboflebitis; estas afecciones requieren hospitalización y tratamiento a largo plazo.

Causas de la enfermedad

Herencia compuesta, que se asocia con un defecto genético del tejido conectivo (la incidencia de venas varicosas en familias donde al menos un pariente padece esta enfermedad es mayor que en familias sanas)

Exceso de peso corporal, que aumenta la carga en las venas, y esta relación sólo es cierta para las mujeres (no se identificó un patrón tan confiable en los hombres)

Algunas características del estilo de vida son cargas prolongadas en una determinada posición, de pie o sentado, uso de ropa interior ajustada, zapatos de tacón, etc.

Diversos trastornos hormonales, ya que los estrógenos y gestágenos pueden reducir la resistencia de la pared venosa.

Embarazo, durante el cual hay un complejo de factores desfavorables que afectan el cuerpo de la mujer.

Tratamiento conservador

Este tipo de tratamiento para las varices es adecuado para pacientes en las etapas iniciales de la enfermedad que no tienen indicaciones de intervención quirúrgica (o está contraindicado por algún motivo). Este enfoque no revierte el proceso patológico, pero si el paciente sigue las prescripciones del médico, garantiza la eliminación parcial de los síntomas de la enfermedad. Además, la terapia conservadora casi siempre se utiliza en preparación para y después de la cirugía.

Farmacoterapia. Los medicamentos recetados para las venas varicosas pueden aumentar el tono de la pared venosa, detener el proceso inflamatorio en los vasos y mejorar el suministro de sangre a los tejidos. Esto ayuda a aliviar las molestias en las piernas y retrasar el empeoramiento de las manifestaciones externas de las varices. La terapia de compresión se basa en los efectos beneficiosos del uso de vendas elásticas y medias de compresión especiales. En este caso, el tejido realiza la función que normalmente asumen los músculos: comprime las venas, mejorando el flujo sanguíneo en dirección vertical hacia el corazón. Teniendo en cuenta los métodos de tratamiento modernos, el pronóstico de las venas varicosas es favorable. El bienestar del paciente mejora tanto mientras lleva medias o vendajes como después de quitárselos.

La terapia de compresión es obligatoria para los pacientes después de la cirugía, así como para las mujeres embarazadas que a menudo sufren de venas varicosas, es especialmente importante usar prendas de punto terapéuticas durante los vuelos largos.

Cirugía

La intervención, cuya finalidad es eliminar la vena afectada por las varices, es una prioridad en el tratamiento de esta patología. Si las válvulas del recipiente están dañadas y el recipiente mismo está deformado, ya no será posible restablecer su funcionamiento. Por ello, los flebólogos ofrecen una variedad de métodos destinados a "apagar" la vena de la circulación sanguínea y su posterior eliminación o atrofia natural.

La flebectomía es el tipo de tratamiento quirúrgico "clásico" más antiguo para las venas varicosas. La vena se extrae físicamente: se liga y se extrae del cuerpo. La operación se realiza bajo anestesia general, dejando pequeñas cicatrices en las piernas.

Coagulación láser de varices. Con el tiempo, los médicos llegaron a la conclusión de que en la mayoría de los casos es posible prescindir de una cirugía traumática, reemplazándola por una intervención más suave, que se realiza con láser. Además, el efecto se realiza desde el interior: se inserta en la vena un electrodo que emite radiación láser. Calienta las paredes del vaso, lo que hace que se peguen, impidiendo un mayor flujo sanguíneo. Con el tiempo, dicha vena se contrae y se resuelve por completo.

La coagulación por radiofrecuencia de las venas varicosas es algo similar a la coagulación con láser, pero durante esta intervención se utiliza un tipo diferente de energía. El procedimiento se realiza bajo control ecográfico. Se puede realizar incluso en las últimas etapas de la enfermedad, en presencia de úlceras tróficas y enfermedades de la piel.

De hecho, la escleroterapia se encuentra en la frontera entre los tratamientos quirúrgicos y medicinales para las varices.

En este caso, se propone sellar la vena con la ayuda de productos químicos especiales que se inyectan directamente en el vaso afectado. El procedimiento no dura más de 20 minutos y no requiere anestesia.

Métodos de tratamiento

Desde la antigüedad, los médicos han buscado una forma de tratar las venas varicosas de las piernas. Con el desarrollo de la anatomía, los cirujanos descubrieron que la eliminación de las venas dilatadas no provoca una alteración de la circulación sanguínea en las extremidades inferiores: resultó que las venas varicosas afectan principalmente a los vasos ubicados en la superficie del cuerpo (aquellos que no están rodeados por una capa muscular). "marco"), por lo que si se apagan, funcionan, la función trófica es asumida por las venas profundas de la parte inferior de la pierna y el muslo. Ya en el siglo XX aparecieron medicamentos que detuvieron el desarrollo de la enfermedad en las primeras etapas, lo que en algunos casos permitió rechazar la cirugía.

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Consejos útiles para mantener unos pies sanos:

  • Cuida tu peso.
  • Utilice zapatos cómodos con tacones no superiores a 6 cm.
  • Utilice ropa cómoda que no restrinja el movimiento.
  • Muévete más, sube las escaleras con más frecuencia, intenta no permanecer sentado durante mucho tiempo.
  • Cuando esté sentado, no cruce las piernas.
  • Moja tus pies diariamente, alternando agua fría y tibia. Al ducharse, cambie la presión del agua; esto tonificará los músculos.
  • Son útiles caminar, nadar, andar en bicicleta y esquiar de fondo.
  • Evite los deportes que ejerzan mucha tensión en las piernas (tenis, lucha libre, fútbol, levantamiento de pesas).
  • Trate de no levantar objetos pesados.
  • Si es posible, evite tomar baños calientes, visitar una sauna o utilizar cera caliente como depiladora.
  • Antes de tomar anticonceptivos hormonales, consulte a un flebólogo.
  • Use medias de compresión médica todos los días.